· La Generalitat lo recurrirá en Europa
· Los hectómetros para el delta no llegan a la mitad de los que se pidieron
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Protesta en 2013 por el plan hidrológico del Ebro. / Josep Lluís Sellart |
Elena G. Sevillano
La política del agua en España sale poco a poco del atasco en el que
llevaba años. El Consejo de Ministros aprobó este viernes el Plan
Hidrológico del Ebro, el que hace el número 14 de los 17 planes de
cuenca que el Gobierno está obligado a aprobar para cumplir con la
legislación europea. Los planes, que ordenan los usos de los ríos,
deberían haber estado listos en 2009, pero lo delicado de la gestión del
agua, en la que se mezclan intereses agrícolas, turísticos,
industriales y de abastecimiento, los ha ido retrasando. El del Ebro ya
está aprobado, pero la controversia que arrastra desde que, hace año y
medio, se publicó el primer borrador, tiene visos de ir para largo. La
Generalitat catalana anunció a las pocas horas que va a recurrirlo “con
contundencia”.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente explicó este
viernes que el plan contempla unas inversiones de más de 2.500 millones
de euros, a pagar entre todas las Administraciones, y establece un
caudal que queda por encima de los 3.200 hectómetros cúbicos anuales, lo
que “satisface las necesidades del delta”, según el ministerio. Sin
embargo, la Generalitat había pedido más del doble, 7.000. Una distancia
“descomunal”, según dijo ayer el consejero de Territorio y
Sostenibilidad, Santi Vila, que tildó de “lesivo” para la conservación
del río el caudal aprobado.
La Generalitat anunció que, en primer lugar, piensa recurrir el plan
“por la vía administrativa”, y además está estudiando si el caudal
mínimo aprobado contraviene la directiva marco del agua de la UE. El
portavoz de Medio Ambiente de CiU en el Congreso, Martí Barberà, aseguró
directamente que “Bruselas no aceptará en ningún caso este plan
hidrológico que el Gobierno se verá obligado a modificar en poco
tiempo”. Barberà recordó que la Unesco ha declarado recientemente las
Tierras del Ebro como reserva natural de la biosfera e insistió en que
la propuesta de caudales presentada por la Confederación Hidrográfica
del Ebro (CHE) “incumple la normativa estatal vigente y la legislación
comunitaria”.
La organización ecologista Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) también
avanzó este viernes que piensa acudir a la Comisión Europea para tumbar
el plan, al considerar que vulnera no una, sino dos directivas marco, la
del agua y la de hábitats, según explicó su portavoz, Susanna Abella.
La entidad organizó ayer mismo el primer acto reivindicativo en contra
del plan en Amposta (Tarragona). La PDE lideró las manifestaciones que
tuvieron lugar durante la tramitación del plan cuando José María Aznar
presidía el Gobierno. Abella señaló que el nuevo plan es “exactamente el
mismo que el del año 2000” y apuntó a que abre la puerta a que en un
futuro se puedan permitir trasvases hacia otras cuencas. También la
diputada de ICV en el Congreso, Laia Ortiz, anunció ayer que llevará
ante la Comisión el plan.
“La determinación del caudal ecológico no es un tema político”,
señaló este viernes por la noche el ministerio en un comunicado. “Los
caudales ecológicos fijados en este plan se han definido con criterios
científico-técnicos, tras analizar más de un centenar de estudios sobre
caudales ecológicos en el tramo, y que estos caudales mínimos son
coherentes con la realidad física del río Ebro”. El caudal, añadió, “se
ha elevado hasta los casi 3.300 hectómetros cúbicos, es decir, cerca de
un 10% con respecto al vigente, de poco más de 3.000”.
Las actuales quejas de CiU contrastan con la postura que mantuvo en 2001
la coalición nacionalista, cuando estaba en el Gobierno con el apoyo
del PP. Aquel Ejecutivo se pronunció a favor del Plan Hidrológico
Nacional (PHN) propuesto por los populares. Además del polémico trasvase
de agua a zonas secas del Mediterráneo, aquel texto garantizaba un
caudal mínimo de 3.156 hectómetros cúbicos, prácticamente el mismo que
aprobó ayer el Consejo de Ministros y contra el que se ha manifestado
CiU.
En las tierras del Ebro, las heridas abiertas en 2001 por el PHN nunca
llegaron a cerrarse. El principal proyecto de este plan era el trasvase
del Ebro para transferir agua a Castellón, Valencia, Murcia, Almería,
Alicante y Barcelona. Entonces, el balear Jaume Matas era ministro de
Medio Ambiente y Miguel Arias Cañete, de Agricultura, como ahora. El
texto preveía trasvasar de las aguas del Bajo Ebro 1.050 hectómetros
cúbicos al año, de los que 190 se emplearían en Cataluña y el resto
viajarían al sur. El 45% del agua trasvasada se destinaría al
abastecimiento de la población, mientras que el 55% restante acabaría en
cultivos de regadío ya existentes, según contemplaba el polémico
proyecto en junio de 2003.
Uno de los aspectos que más preocupan, tanto a la PDE como a otros
grupos ecologistas y a la propia Generalitat, es la puesta en marcha de
495.000 nuevas hectáreas de regadío, lo que implica mayor consumo de
agua. La previsión es pasar de las 965.700 hectáreas de regadío actuales
a 1,4 millones. El plan hidrológico vigente data de 1998. Pese a que
estaba previsto revisarlo cada ocho años, no llegó a hacerse porque en
2000 se aprobó la nueva directiva europea de agua que todos los Estados
miembros debían trasponer a sus legislaciones aprobando planes de
cuenca.
Con una extensión de 85.600 kilómetros cuadrados, la del Ebro es la
cuenca hidrográfica más extensa de España. Representa más del 17% del
territorio peninsular y se distribuye en nueve comunidades. En la cuenca
se produce el 32% de la energía nuclear, el 21% de la energía
hidráulica y el 11% de la energía térmica convencional de España.
El alcalde de Tortosa, Ferran Bel, aseguró ayer que el caudal mínimo
aprobado “no cubre las necesidades de agua del delta”. La PDE transformó
ayer una asamblea informativa ya prevista en Amposta en el primer acto
reivindicativo. “Vamos a empezar a movilizar a la ciudadanía porque este
plan puede tener consecuencias devastadoras para el territorio”,
aseguró Abella.
Con información de Mercè Pérez Pons y David García Vázquez.
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Dimite el presidente de los regantes del Ebro por su apoyo al plan hidrológico
Cataluña pide triplicar el caudal ecológico previsto por la Confederación del Ebro
lavanguardia.es
El Gobierno afirma que ha aumentado el caudal ecológico del Ebro en un 10%
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